ESPAÑA

Plataforma «Sí Almaraz» anuncia manifestaciones para evitar el cierre de la central nuclear

abril 7, 2025 21:33, Last Updated: abril 7, 2025 22:51
By The Epoch Times España

La plataforma ciudadana Sí Almaraz anunció manifestaciones para evitar el cierre de la Central Nuclear Almaraz, argumentando que afectaría a miles de puestos de trabajo, la vida y economía de la región y la producción de electricidad. La iniciativa, liderada por el presidente del colectivo y alcalde de Belvís de Monroy, en Cáceres, Fernando Sánchez Castilla, se presentó ante la Cámara de Comercio local.

Fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) indicaron a finales de marzo que el camino marcado para el cierre se encuentra sin cambios, pese a las recientes noticias de que las empresas dueñas de la Central Nuclear Almaraz —Iberdrola, Endesa y Naturgy— estarían de acuerdo en mantenerla en funcionamiento mediante una prórroga inmediata hasta 2030.

El calendario actual prevé que el cierre de todas las centrales nucleares en España se realice de forma escalonada entre 2027 y 2035, una hoja de ruta que fue acordada entre el Gobierno, la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (ENRESA), que deberá manejar a largo plazo la contención de los elementos radiactivos remanentes, y las empresas propietarias de las plantas.

Se comenzará con la Central Nuclear de Almaraz, en Cáceres. Está previsto que su primer reactor, que empezó a funcionar en 1981, cese completamente su producción para el año 2027, y el segundo reactor en 2028.

La plataforma ciudadana Sí Almaraz está reuniendo a los extremeños para que el jueves 10 de abril de 2025, a las 22:00, apaguen todas las luces de sus casas y comercios al menos durante 1 minuto.

Con el lema «APAGA para que no apaguen Extremadura» ya se han sumado municipios como Cáceres, Mérida, Trujillo, Plasencia, Navalmoral de la Mata y otros más, dijo a EFE el alcalde Sánchez Castilla durante una presentación de la iniciativa el jueves.

La Central Nuclear Almaraz es el principal motor económico, social y energético de la región, añadió.

«No solo nos estamos jugando el futuro de nuestra comarca, sino el de Extremadura y el de España».

En la presentación de esta iniciativa, han participado también el presidente de esta entidad, Gabriel Álvarez; la consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Sostenible, Mercedes Morán, y el presidente de la Diputación de Cáceres, Miguel Ángel Morales.

«El jueves 10 de abril de 2025 a las 22:00, la plataforma ciudadana @SiAlmaraz convoca a todos los extremeños a apagar las luces de sus casas y comercios durante 1 minuto. Quienes estemos fuera de Extremadura también podemos sumarnos desde cualquier lugar, utilizando el interruptor virtual», escribió en su Twitter Alfredo García, operador de reactor y supervisor, en apoyo a la iniciativa.

«Si no actuamos ahora, el cierre será irreversible», advierte a su vez la plataforma.

Mediante la iniciativa #ElGranApagón, se espera que también se apaguen las luces de los monumentos y lugares emblemáticos de la región, para reivindicar la continuidad de la central nuclear de Almaraz.

La Plataforma Sí a Almaraz, Sí al futuro llegó hasta el Congreso de los Diputados, donde el pasado 12 de febrero se aprobó una proposición no de ley del Partido Popular, apoyada por Vox, en la que se insta al Gobierno a que extienda la vida útil de las centrales nucleares existentes en España.

Asimismo, el pasado 18 de enero unas siete mil personas participaron en una manifestación en Almaraz para pedir al Gobierno que reconsidere el cierre de la central nuclear.

Otras iniciativas de la plataforma han llegado a Bruselas, solicitando a los eurodiputados que se pronuncien al respecto, según EFE.

El alcalde Sánchez dijo que sin la central de Almaraz se destruirá empleo directo e indirecto, disminuirán los ingresos municipales, desaparecerán proveedores, cerrarán comercios y se fomentará la despoblación de la zona.

«Sería un error de bulto clausurar esta instalación puntera de producción de electricidad, que es básica para la garantía de suministro y la estabilidad del sistema, así como para contener los precios y las emisiones de CO2», agregó.

A su juicio, se estaría poniendo en riesgo la soberanía energética nacional «en un contexto global especialmente delicado».

Según el Alcalde de Almaraz, Juan Antonio Díaz Agraz, «no podemos hacer menos que intentar pensar que esto va seguir continuando. Esperemos que el gobierno recapacite, el gobierno de la nación, en este caso el Partido Socialista, recapacite y piense que la energía nuclear hoy en día es muy necesaria. Podemos actuar con renovables, que nosotros también estamos de acuerdo con las renovables, pero la energía nuclear vemos que trabaja 365 días del año».

«Sin aire no hay eólica. Sin sol, sin luz no hay renovable. […] Siempre tendremos que tener centrales nucleares donde apoye esa falta de energía que necesitamos para todo».

El alcalde de Navalmoral de la Mata, Enrique Hueso, declaró a Diario ABC que no existe una motivación, «ni técnica, ni económica, ni social, del motivo del cierre».   

«Es cuestión de seguir las políticas del resto del mundo».

Esta fotografía, tomada el 24 de octubre de 2022, muestra una vista de la central nuclear de Ascó, cerca de Tarragona, en el noreste de España. (Josep Lago/ AFP vía Getty Images)

Manuel Carrello, jefe de turno de la Central Nuclear Almaraz, añadió que en la central trabajan 800 personas en manera directa y otros 3 000 en puestos que derivan de la actividad económica y las operaciones de explotación.

Además expuso que la energía nuclear juega un papel importante en la transición ecológica por la que apuestan los gobiernos de Europa y el resto del mundo, ya que conlleva prescindir de los combustibles fósiles e impulsar las energías limpias libres de emisiones de CO2.

«Lo que no entendemos es como los políticos pueden pensar en cerrar una estructura de esas características con el futuro que conlleva», Iván Hidalgo, presidente Comerciantes Navalmoral. 

Mireia González, empresaria de la construcción, expuso que el cierre de la central afectaría a todos los ciudadanos de Navalmoral y alrededores, no solo a los empleados de la central. Considera que incluso los colegios y los niños se verían afectados por la situación económica de las familias. Comentó que la incertidumbre sobre el cierre ha provocado que algunas personas que pensaban comprar una vivienda ya no se atrevan a hacerlo y continúen de alquiler.

Hay empleados que llegaron a trabajar en el montaje en el año 1976, y se instalaron a vivir en la región, formando sus familias, informó Diario ABC.

Guillem Sanchis, ingeniero nuclear y cofundador del proyecto «Econucleares», promueve sensibilizar  que «cerrar la nuclear no es popular y no sale gratis».

«No tiene ningún sentido cerrarlas ni por motivos técnicos y por motivos ambientales», dice Sanchis.

El 26 de marzo, la consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Sostenible de Extremadura, Mercedes Morán, también sostuvo la idea de prolongar la vida útil de la Central Nuclear de Almaraz.

«Es indispensable que se amplíe la vida útil de la Central Nuclear de Almaraz», dijo la Sra. Morán, según la Junta de Extremadura.

«Almaraz es un activo energético indispensable para Extremadura y para España».

La central nuclear de Trillo, a 145 km de Madrid, en una imagen del 31 de agosto de 2022. Propiedad de Iberdrola, la multinacional eléctrica española, la central nuclear de Trillo consta de un reactor de agua a presión de 1066 MWe. (Oscar del Pozo/AFP vía Getty Images)

Cierre inminente

El trabajador de la central nuclear de Almaraz, Javier Cenalmor, sostiene que, aunque no pierden la esperanza y pese a que las empresas parece que ahora quieren seguir funcionando, la fecha de cierre está firmada y esto no es nada positivo. Cree que se debe trabajar para retrasar la fecha de dicho cierre todo lo que se pueda.

Pero, por otro lado, puesto que considera que queda muy poco tiempo, le da máxima importancia a la realización de una transición justa en la que se garanticen los derechos de los trabajadores. Con ese motivo han hecho un requerimiento al Gobierno para formar un patronato y que se busquen alternativas laborales para los empleados; que no se queden sin sustento económico a causa de la transición, puesto que de esta manera, desde luego, no sería una transición energética justa.

Respecto a que la transición sea justa, el Sr. Cenalmor afirma que es un punto que se firmó en su momento y que deben cumplir. Para ello, sostiene, «se tienen que sentar las empresas, que tienen una responsabilidad social corporativa; el Gobierno, que es responsable de los ciudadanos y los agentes sociales que somos somos [sic] los que vemos las necesidades».

«Sobre todo porque hay que crear aquí una industria que pueda compensar la perdida de trabajo que se va a generar aquí», agregó.

Una extensión hasta el año 2030, más corta que las habituales de 10 años, simplificaría los trámites administrativos y políticos para su aprobación, declaró el 31 de marzo la Sociedad Nuclear Española, destacando que «la central pasó con éxito su último examen de seguridad, válido hasta 2030, lo que permitiría operar durante la prórroga sin necesidad de una nueva evaluación exhaustiva».

También indicó que el plazo para solicitar la prórroga está próximo a expirar, por lo que las compañías deberán tomar una decisión antes de que finalice la primavera.

Para garantizar la viabilidad de la extensión propuesta, se están evaluando aspectos fiscales y otros detalles operativos. Esto involucra contar con la contratación de personal adecuado.

Francisco Reynés, presidente de Naturgy, empresa accionista  y que presta apoyo especializado a Almaraz, respaldó, durante una reunión esta semana, prorrogar dos o tres años la actividad de la central de Almaraz y también «replanificar» el futuro de las centrales nucleares.

El Sr. Reynés declaró a EFE que, aunque los permisos técnicos de las centrales nucleares se conceden por diez años, para uno de los reactores —que debería cerrar en 2027— se obtuvo por siete años, y para el otro —que tiene previsto el cierre para 2028— se obtuvo por ocho años. Él ve factible la solución de extender dos y tres años la actividad de los reactores de Almaraz, y durante ese tiempo estudiar cuál es «el programa razonable» para el futuro de las nucleares.

Según Reynes, en estos momentos hay que asegurar el suministro eléctrico. En segundo lugar, planteó la necesidad de «realizar un nuevo plan para ver cuán factible es llevar a cabo ese cierre nuclear. El objetivo del cierre era eliminar residuos radiactivos». Por otra parte, la energía nuclear no emite CO2.

El martes pasado, el presidente de Endesa, José Bogas, también insistió en que «sería un error cerrar las centrales nucleares hoy», informó EFE.

«Habría que posponerlo», dijo Bogas,  destacando que una prórroga no es lo mismo que alargar la vida útil de estas instalaciones.

A su vez, el consejero delegado de Iberdrola España, Mario Ruiz-Tagle, añadió que es «importante» que se haga un análisis «abierto, claro, transparente y sosegado» sobre el cierre nuclear.

«Si nos arrepentimos, nos va a costar más», sostuvo  Ruiz-Tagle.

Sin embargo, uno de los puntos en discordia es la tasa ENRESA (Empresa Nacional de Residuos Radiactivos).

El Sr. Cenalmor, en sus declaraciones, dijo que ENRESA, la empresa que maneja los residuos de las centrales nucleares, «al final tiene que controlar esto», y para ello las empresas pagan una tasa, pero no detalló sobre los costes.

La consultora PwC destacó en su página de internet, que en el protocolo entre la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (ENRESA) y los propietarios de las centrales nucleares españolas, por el que se creó la hoja de ruta nacional que se lee en los objetivos recogidos en el PNIEC 2021-2030 y su borrador 2023-2030, aprobado por el Gobierno, se estableció el compromiso de no incrementar más la fiscalidad que soportan las centrales nucleares, para no volverlas inviables económicamente.

No obstante, dice PwC, «la publicación a finales de 2023 del 7º Plan General de Residuos Radiactivos (PGRR) contempla un incremento de costes, que llevaría a una subida de un 40% de la llamada tasa ENRESA, por medio de la cual los propietarios de las centrales nucleares costean la gestión de residuos y el desmantelamiento del parque nuclear».

Esto impondría un problema «artificial» en la viabilidad económica, ya que añadiría más presión fiscal a la ya soportada por las centrales.

El total de impuestos y tasas ascienden a los 25 €/MWh, que equivalen «entre un 35% y un 40% de la facturación anual de las centrales». Con el aumento de la tasa, «supondría hasta un 50% en los próximos años».

El secretario de Estado de Energía, Joan Groizard, declaró recientemente que fueron las empresas propietarias de Almaraz las que en 2019 acordaron el calendario de cierre que ahora llaman a revisar,  «porque no les salía a cuenta», informó El Independiente. Groizard no se pronunció sobre prolongar la vida útil de las nucleares, argumentando que sin conocer las condiciones que las propietarias plantearían para ello sería «hacer política ficción».

El tiempo apremia

La planificación de una infraestructura como una central nuclear incluye la compra del principal combustible, el uranio enriquecido, que se debe hacer con años de antelación. Los plazos de entrega de uranio pueden alcanzar los tres años, según El Independiente.

A ello se suman los procesos de permisos, contrataciones y autorizaciones que deberían estar y completados.

Si se desea prolongar la vida útil de la Central Nuclear Almaraz, añade, se debe proceder a la contratación del personal que requeriría la central más allá de 2027 para seguir funcionando.  «La contratación del personal de la sala de control y las licencias de operación necesarias conllevan complejos procesos y una coordinación con el Consejo de Seguridad Nuclear. A todo ello se suma el calendario de recarga de la central, que se produce cada 18 meses y que tiene en septiembre próximo la siguiente recarga programada».

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