Entre las múltiples acciones de la República Popular de China para hacer creer que Taiwán le pertenece, hay una que se está llevando a cabo en el seno de la Organización de las Naciones Unidas y que consiste en distorsionar la resolución 2 758, adoptada en 1971.
Esta breve resolución ratifica el traslado de la sede de China a las autoridades de la República Popular China, al tiempo que expulsa a los «representantes de Chiang Kai-shek». Y eso es todo. No se menciona a Taiwán.
Sin embargo, la República Popular China ha estado esgrimiendo esta resolución durante algún tiempo para justificar que Taiwán le pertenece y la ONU permanece en silencio.
Ante esta falta de reacción, los parlamentos de numerosos países democráticos han aprobado resoluciones que se oponen a esta manipulación del derecho internacional por parte de China: la Cámara de Diputados de la República Checa el 12 de diciembre de 2024, la Cámara de los Comunes del Reino Unido el 28 de noviembre de 2024, la de Canadá el 7 de noviembre de 2024, el Parlamento Europeo el 24 de octubre de 2024, Australia, Estados Unidos…
Antes de eso, el 30 de julio, la Alianza Interparlamentaria sobre China, una organización internacional que incluye a 250 miembros de parlamentos de 38 países y de la Unión Europea, también había adoptado una resolución oponiéndose a esta distorsión de la resolución 2 758 por parte de China.
Es esencial recordar que la resolución 2 758 solo trata de la representación de China en la ONU, sin mencionar a Taiwán. En ningún caso establece que Taiwán forme parte de la República Popular China y no otorga a esta ningún derecho a representar a Taiwán en la ONU. En otras palabras, esta resolución no tiene nada que ver con Taiwán.
En términos más generales, cabe recordar que los incesantes intentos de Pekín por modificar el statu quo en el estrecho de Taiwán y extender su influencia en la región del Indo-Pacífico constituyen una grave amenaza para la paz y la seguridad de todo el mundo.
Artículo publicado originalmente en The Epoch Times Francia con el título «La Chine veut tromper le monde en prétendant que la Résolution 2758 adoptée en 1971 par l’ONU signifie que Taïwan lui appartient»
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