TSJC anula los permisos para construir el parque eólico Somaloma-Las Quemadas en Cantabria

Por The Epoch Times España
9 de abril de 2025 07:15 Actualizado: 9 de abril de 2025 12:13

El Tribunal Superior de Justicia de Cantabria anuló la autorización administrativa concedida para la construcción del parque eólico Somaloma-Las Quemadas y su infraestructura de evacuación el 7 de abril.

Se trata de un permiso en los municipios de Campo de Enmedio, Valdeprado del Río y Valdeolea. La Plataforma para la Defensa del Sur de Cantabria solicitó su nulidad alegando falta de información y falta de una participación real de la ciudadanía en el proceso de consulta pública, añadió el Tribunal.

La Sala de lo Contencioso-Administrativo acogió en su resolución el motivo presentado por Plataforma para la Defensa del Sur de Cantabria explicando que después que el proyecto eólico pasara por el trámite de información pública, este recibió un informe desfavorable, lo que provocó «una modificación sustancial en el proyecto que no fue sometida a un nuevo trámite de información pública».

El informe, emitido por el Servicio de Conservación de la Naturaleza, desfavorable para el proyecto, señaló «graves impactos», según el comunicado.

En respuesta al mismo, «la promotora del parque eólico presentó una propuesta que alteraba el diseño, la ubicación de los aerogeneradores e incrementaba la potencia de 45Kw a 5Mw».

El Tribunal Superior de Justicia destaca que la envergadura de potenciación (de 45Kw a 5Mw) corresponde a una modificación sustancial y la jurisprudencia para esos casos, ya consolidada, obliga a repetir el trámite de audiencia cuando se produzcan modificaciones sustanciales.

«Hurtar este proyecto modificado a la participación ciudadana provoca que esta no pueda considerarse que haya sido real».

La sentencia de la Sala de lo Contencioso-Administrativo no es firme, así que es posible que se interponga un recurso por interés casacional.

El 30 de diciembre, la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, anunció que el Gobierno de Cantabria había resuelto favorablemente la Autorización Administrativa de Construcción (AAC) de tres de los parques eólicos previstos en Cantabria, todos ellos en la zona sur de la región.

Uno de ellos fue el parque Somaloma–Las Quemadas, promovido por EDP Renewables España SL, con 43,2 MW de potencia instalada.

Los otros dos son el proyecto Alsa, impulsado por Parque Eólico Alsa SLU, con 20 MW en Campoo de Yuso, San Miguel de Aguayo y Molledo; y Cuesta Mayor, un parque eólico de Green capital Develpomernt 140 SL, con una potencia de 30 MW, a instalar en los municipios de Santiurde de Reinosa, Campoo de Yuso, San Miguel de Aguayo y Molledo.

Con la autorización de estos tres parques, más el parque de El Escudo, la región contaría con la instalación de 198,2 megavatios, 44 molinos y una inversión aproximada de 186 millones de euros. Según la presidenta, esto «va a suponer muchos puestos de trabajo, tanto en la construcción como en su posterior funcionamiento».

Además, están en proceso el parque de Campo Alto y La Costana. Ambos están promovidos por Iniciativas Eólicas de Cantabria, SL, y se instalarán en los municipios Campoo de Yuso, San Miguel de Aguayo y Molledo.

Según la Sra. Sáenz de Buruaga, Cantabria no puede quedarse fuera de la carrera energética por lo que ha garantizado que el Gobierno va a ir «de la mano» de las empresas promotoras en estos proyectos, ya que están en línea con el modelo de región a desarrollar en los próximos cuatro años, «que va a generar inversión, actividad y empleo, y que mira por la sostenibilidad energética».

«Expulsan a los vecinos y arruinan el territorio»

La Plataforma para la Defensa del Sur de Cantabria reclama en su página web un debate energético público.

En su opinión, «los parques industriales eólicos expulsan a los vecinos y arruinan el territorio: molinos gigantes, pistas, hormigón, acero, subestaciones, kilométricas líneas de muy alta tensión (…) son medios para apropiarse barato de todo el territorio y expulsan la vida en el mundo rural».

En general, «los parques industriales eólicos son insostenibles y consolidan el control de la política de generación, distribución y venta, los precios y beneficios, de la energía eléctrica por los culpables del cambio climático», añade la Plataforma.

Colisiones con las aves

Pero, las grandes víctimas de los aerogeneradores son las aves salvajes, según varios estudios. Aunque no hay estimaciones anuales de mortalidad de aves en España, hasta la fecha la especie más afectada en los registros es el buitre leonado con un mínimo de 9048 individuos colisionados desde 2020 y que representan el 28,2% del total de casos, encontró un estudio llevado a cabo por dos investigadores españoles de la Universidad de Elche y la Estación Biológica de Doñana.

«El principal grupo afectado fueron las aves rapaces, con 34 especies diferentes y el 42,1 % de todos los individuos colisionados. Esto incluye a todas las rapaces diurnas y nocturnas reproductoras en la España peninsular, con la única excepción del mochuelo boreal (Aegolius funereus) y del quebrantahuesos (Gypaetus barbatus)», explica el estudio.

Se detectaron colisiones de especies muy raras en la península ibérica, como el buitre dorsiblanco africano (Gyps Africanus) o el buitre moteado (Gyps rueppellii), ambas en peligro de extinción.

El estudio destaca que estas cifras deben ser tomadas como valor mínimo, que subestiman de forma importante la mortalidad real, ya que se basan en datos reportados por las consultoras basadas en estimaciones.

Lo expertos señalan que uno de los aspectos más difíciles de evaluar es el efecto de una planta eólica sobre las poblaciones o comunidades de aves en combinación con otras plantas u otras infraestructuras del entorno.

«Una planta eólica que de forma aislada produce una determinada mortalidad puede no poner en peligro la viabilidad de una población concreta, pero sí hacerlo en combinación con otras plantas de los alrededores o cuando la mortalidad es aditiva a otras causas de origen humano».

Un estudio de la Universidad de Lund demuestra que a los políticos locales les resulta difícil tomar decisiones sobre el desarrollo de la energía eólica debido a los conflictos de intereses. Foto: David Gray/AFP vía Getty Images

El el parque eólico Somaloma-Las Quemadas está a cargo de EDP Renewables (EDPR), una empresa global dedicada a la generación de energía renovable, filial de la compañía portuguesa Energias de Portugal (EDP), una de las grandes empresas de energía de Europa.

El Grupo China Three Gorges (CTG), una compañía estatal del régimen chino, tiene una importante participación en EDP, lo que le ha permitido incrementar su presencia en España.

En 2025, CTG cerró la compra del megaproyecto fotovoltaico Mula, ubicado en la Región de Murcia, España, vendido por el fondo canadiense Northleaf y Qualitas Energy, por un valor estimado de 550 millones de euros. La planta tiene una capacidad instalada de 494 MWp, uno de los mayores proyectos de generación fotovoltaica de Europa.

En 2020, a través de la portuguesa EDP, logró un acuerdo con X-Elio para adquirir una cartera de 13 plantas fotovoltaicas en España, que suman 572 MW, y también compró Viesgo a Macquarie.

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