El Dr. Eithan Haim, cirujano de Texas, dice que algunos médicos no pueden manejar el shock después de darse cuenta de que recetar medicamentos o realizar cirugías para jóvenes con disforia de género puede causar daño.
El cirujano declaró que estos médicos «tienen que tener coraje»y denunciar estas presuntas malas prácticas en la comunidad médica hacia jóvenes vulnerables a los que «convierten en pacientes médicos crónicos».
«La autorreflexión para ellos sería una autoinmolación. No creo que sus almas puedan sobrevivir a esa realidad, a esa verdad», dijo en una entrevista el 12 de marzo con Jan Jekielek en NTD, medio hermano de The Epoch Times.
«Así que se mienten a sí mismos».
Haim salió recientemente de una batalla legal con el Departamento de Justicia de Estados Unidos, bajo el mandato del expresidente Joe Biden. El médico de Texas enfrentó cargos por acceder ilegalmente a registros médicos cuando reveló que un hospital de Houston estaba realizando procedimientos de transición de género a menores, en contra de la ley estatal.
Esos cargos fueron retirados poco después de la elección del presidente Donald Trump.
Haim fue panelista invitado en un foro en el Capitolio en el que se destacó a los detransicionistas, es decir, personas que se sometieron a procedimientos de transición de género, pero que luego decidieron detener esos procedimientos o intentar revertirlos.
El panel, organizado por el grupo de defensa de la detransición Genspect, se llevó a cabo el miércoles, considerado Día de Concientización sobre Detrans. Establecido en 2021, el Día de Concientización sobre Detrans honra las experiencias de las personas detransicionistas y crea conciencia sobre los efectos nocivos de la ideología de género y la «medicina de género».
Hablando durante el panel, el Dr. Patrick Hunter, pediatra, dijo que «no es optimista» que los médicos cambien de opinión sobre la «atención de afirmación de género» a menos que estén motivados por el escrutinio público y la amenaza de acciones legales y financieras.
«Haz que se defiendan, eso dañará su reputación y ayudará a salvar a los niños», declaró el Dr. Hunter.
El Dr. Patrick Lappert, cirujano plástico, dijo a los asistentes que las terapias hormonales se pueden revertir, pero muchas cirugías «por debajo del cinturón» no, dejando a los pacientes desfigurados e incapaces de concebir hijos. También pueden experimentar problemas renales, de vejiga e intestinales.
La asistencia quirúrgica a los detransicionistas después de esas cirugías implica «gestionar las complicaciones de lo que hicieron en el pasado», declaró Lappert.
«La cirugía es esencialmente el tratamiento de heridas crónicas y problemas crónicos, pero no hay forma de revertir la mutilación genital».
Trauma psicológico subyacente
Los detransicionistas que hablaron en el evento dijeron que su decisión de someterse a cambios de género fue precedida por un trauma psicológico, que a veces involucró problemas familiares.
Al crecer, Laura Becker señaló que sufrió abuso psicológico y emocional por parte de su padre. La artista y autora de 28 años dijo que el comportamiento de su padre fue «muy dañino», la hizo sentir inútil y la dejó considerando el suicidio.
Ella indicó que su médico y terapeutas la diagnosticaron como transgénero sin abordar su situación familiar, abuso de drogas o pensamientos suicidas.
«No era aceptada por mi propia familia y cuando descubrí la ideología de género… Lo creí porque no tenía otro marco que el odio a mí misma», dijo Becker.
«Mi identidad era el odio a mí misma, eso es lo transgenerario».
Forrest Smith, quien se sometió a terapia hormonal, implantes mamarios y le extirparon los testículos, declaró que su disforia de género fue precedida por una adicción a la pornografía en línea, que comenzó cuando era un niño.
El joven de 28 años dijo que la adicción rápidamente se salió de control y resultó en una compulsión por ver material cada vez más desviado, lo que le disgustaba, pero tenía un control férreo sobre su joven mente.
«Fue realmente feo y realmente miro hacia atrás y creo que había pedófilos al otro lado de eso».
Después de años de vergüenza y trauma, Smith declaró que la perspectiva de la transición de género parecía una transformación «espiritual» que lo ayudaría a liberarse de su autodesprecio. Los médicos y psicólogos le presentaron una «terapia de afirmación total», pero dijo que ninguno de estos profesionales hizo la pregunta: «¿De dónde viene esto?».
Se le ofreció la oportunidad de ser colocado en una lista de espera para recibir implantes mamarios.
«Si dudaba, me decían: ‘Bueno, tendrás un año para decidirte y es gratis, así que ¿por qué no te apuntas a una lista de espera?’».
Smith también declaró que alguno de los médicos parecían estar en conflicto con su propio trabajo. Cuando decidió cancelar su cirugía de implantes mamarios, el cirujano le dijo que estaba tomando la decisión correcta y que pensaba que muchas de sus propias pacientes estaban cometiendo un error.
Sin embargo, Smith finalmente se sometió a la cirugía y se sometió a una orquiectomía para extirpar sus testículos. Aunque le quitaron los implantes mamarios —un procedimiento que su seguro se negó a cubrir— la cirugía de la parte inferior del cuerpo no se pudo revertir.
«Además, por supuesto, en cuanto empiezo a cuestionar mi identidad transgénero, la profesión terapéutica no quiere tocarme, se desentiende», dijo Smith.
Abel García, nativo de California, se hizo eco de esto, diciendo que su terapeuta nunca mencionó su trauma infantil hasta que decidió detransicionar. Antes de eso, dijo, era como estar en una «cinta transportadora». Acudió a un terapeuta en busca de ayuda porque estaba confundido acerca de su identidad de género y rápidamente le dijeron que era transgénero.
García le declaró a un profesional médico que no quería que sus genitales fueran alterados, un procedimiento comúnmente conocido como «cirugía de glúteos». También dijo que de todos modos fue impulsado hacia ambas cirugías.
«Ahora, afortunadamente, solo conseguí los implantes», declaró.
Más tarde, el mismo terapeuta trató de disuadirlo de hacer la destransición.
Artículo publicado en The Epoch Times en español con el título «Médicos y detransicionistas alegan negligencia en el tratamiento de la disforia de género»
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