El 28 de abril, el presidente alemán Frank-Walter Steinmeier declaró que Alemania se comprometía a reforzar su contribución a la defensa de Europa, afirmando que la OTAN podía contar con Berlín para desempeñar un papel central.
En su intervención durante una ceremonia celebrada en la sede de la OTAN en Bruselas con motivo del 70.º aniversario de la adhesión de Alemania Occidental a la Alianza, Steinmeier quiso tranquilizar sobre el futuro de la organización.
«Hoy, mientras la guerra de [el presidente ruso Vladimir] Putin contra Ucrania sigue causando estragos y Estados Unidos aumenta la presión sobre sus aliados europeos, Alemania se encuentra en una posición crucial», declaró.
«Hemos escuchado el mensaje; pueden contar con nosotros. Haremos todo lo posible para que Alemania, tanto su ejército como sus infraestructuras, se convierta en la columna vertebral de la defensa convencional en Europa».
En un cambio importante para el país, tradicionalmente comprometido con una estricta disciplina presupuestaria, Berlín ha aprobado un aumento espectacular del gasto en vísperas de la llegada al poder de Friedrich Merz, que se convertirá en canciller en mayo.
El plan financiero incluye un fondo especial de 500 000 millones de euros para infraestructuras, así como una reforma que permite excluir en gran medida el gasto en defensa de las normas presupuestarias internas que limitan el endeudamiento.
«Hasta ahora, cada giro positivo para Alemania siempre se ha inscrito en una lógica de moderación, de anclaje en un conjunto más amplio, ya sea la OTAN, la ONU o la Unión Europea», recordó Steinmeier, en el cargo desde 2017.
«Pero las cosas han cambiado. Putin ha traído la guerra a nuestro continente. Hoy en día, una Alemania desarmada representa una amenaza mayor para Europa que una Alemania bien armada».
Este aumento del poderío militar alemán se produce en un momento en que Europa está cada vez más preocupada por no poder contar plenamente con Estados Unidos, en un contexto marcado por las críticas del presidente Donald Trump y de varios miembros de su administración.
Alemania Occidental se unió a la OTAN en 1955, en plena Guerra Fría. Alemania Oriental se incorporó a la organización en el momento de la reunificación, en 1990.
Otro hito histórico: en abril, Alemania lanzó su primera misión militar permanente en el extranjero desde la Segunda Guerra Mundial, con el despliegue de tropas en Lituania. Este contingente forma parte de una estrategia más amplia de refuerzo de la posición de la OTAN en Europa del Este.
El despliegue incluirá unos 5000 militares y 2000 vehículos, repartidos entre un batallón mecanizado, un batallón de tanques y diversos elementos de combate y apoyo integrados en una agrupación multinacional.
«Con esta brigada lista para el combate, asumimos una responsabilidad de primer orden dentro de la Alianza en su flanco oriental», declaró el ministro de Defensa, Boris Pistorius.
Artículo publicado originalmente en The Epoch Times Francia con el título «Le président allemand annonce que Berlin renforcera son rôle militaire au sein de l’OTAN»
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